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Llivins ha terminado la vendimia, este pasado fin de semana, y espera una buena añada

Este año la producción ha sido muy buena, de unos 3.500 kilos aproximadamente.

La bodega Llivins ha terminado la vendimia, este pasado sábado, con la recogida de las últimas uvas que todavía quedaban en las cepas de la explotación vitivinícola de Llívia. La vendimia del sábado, de madrugada, a una temperatura de 3 y 4 grados bajo cero, será destinada en su totalidad a la producción del vino blanco DGel.

"Hay una parte de nuestra producción que la dejamos en las cepas más tiempo para que el fruto sobre madure. Con la llegada de los primeros fríos, el pámpulo cae, y la cepa intenta recuperar toda el agua y nutrientes posibles para tener reservas energéticas. De esta manera la uva se deshidrata, concentrando azúcares y acidez", explican los enólogos Isaac Rigau y Anna Baqués que añaden "pero, aún, con eso, no tenemos suficiente y necesitamos una noche muy fría. Cuando estamos a una temperatura ambiental de menos 3 o menos 4 grados, la parte menos dulce de la uva, en su interior, queda helada y ésta es el momento que aprovechamos para hacer la vendimia: cosechamos las uvas y lo prensamos inmediatamente después, aquí mismo, en la bodega. Como no se deshace, el mosto que cae en la cubeta es el néctar, la parte más dulce que buscamos del fruto". Esta triple concentración de la uva (sobre maduración, deshidratación y congelación) permite obtener un vino dulce, de 15 grados, y con unos azúcares naturales entre 60-70 grs/L.

Los vinos de hielo tienen una perdurabilidad aromática. Es una técnica que se realiza en regiones frías, sobre todo en países como Canadá y Alemania. Habitualmente se hace con variedades como el Riesling o el Gewürztraminer, variedades que se adaptan muy bien altura y de las cuales ya existe una mayor tradición. "Nosotros conocemos estas variedades, pero también conocemos el Sauvignon y sabemos de sus características aromáticas y por ello apostamos por el Sauvignon. Y, si plantar esta variedad en altura ya puede parecer extraño, hacer vino de hielo aún lo es más . Quizás somos únicos en el mundo, aunque quiero decirlo con la boca pequeña", explica Rigau que recuerda cómo hace un par de años "un periodista francés, que es quien organiza el concurso mundial de vinos de Sauvignon blanco en el ámbito internacional, fue la persona que nos dijo que no conoce otro ejemplo en el mundo como el nuestro”.

"Hay productores muy inquietos y se está desarrollando nuevas propuestas y proyectos, pero pienso que debemos ser la única bodega del estado con viñedos en altura que hace este tipo de vino con esta variedad", dicen Baqués y Rigau refiriendo- se al vino de hielo. Como recuerdan, el proyecto nació ya con la idea de impulsar este tipo de producto.

Y el tiempo les ha dado la razón. Hoy, el producto estrella de Llivins es el vino de hielo. "Pero, debido al bajo rendimiento, y el hecho de que la producción es tan delicada o arriesgada, debemos ser conscientes de que no podemos jugarlo todo en esta carta. Esto ha hecho que hayamos apostado por una elaboración in crescendo. Empezamos con 300 botellas, después 400… El año pasado llegamos a las 600 botellas y, este año, sabemos que serán más, pero no puedo concretar por ahora la cifra exacta. Pero, daremos un salto importante. Esto seguro", afirman .

Los dos enólogos detallan que "el problema, si podemos llamarlo problema, es que tenemos una demanda muy alta por la producción que abordamos. Tenemos que intentar llegar a un año entero, comercialmente hablando, y poder guardar una parte de estas botellas en bodega para venderlas en dos o tres años, porque estamos convencidos de que con el tiempo este es un producto que gana. Nosotros tenemos un pequeño stock de añadas diferentes y son vinos que en botella ganan mucho". El vino DGel es un vino dulce de 15 grados que año tras año gana cuota de mercado de tal forma que la producción de 2020 se agotó en agosto de 2021.

Una vendimia en dos fases
En realidad, la vendimia en el viñedo de Llívia empezó hace unos quince días. Se recogió buena parte de la producción de uva Sauvignon blanca que, en este caso, deberá servir para la elaboración del blanco DNeu. Este año, entre las dos vendimiadas -la de hace quince días y la del sábado pasado-, Llivins habrá tenido una cosecha de aproximadamente 3500 kilos de uva "que con la cantidad de cepas que hay, no es una gran producción. Y ya es lo que pretendemos. Estamos a menos de dos kilos por cepas, ya que no buscamos volumen", dice Rigau. El blanco DNeu es un vino blanco seco de 12 grados.

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