Esta semana, los Mossos d'Esquadra y la Guàrdia Civil han intervenido en la zona de la fuente del Sofre, gracias a una llamada telefónica al 112.
Los Mossos d'Esquadra y agentes del SEPORNA de la Guardia Civil impidieron, esta semana, la acción ilegal y delictiva de una pareja joven que, detector de metales en mano, estaban supuestamente buscando materiales y objetos en la zona de la fuente del Sofre , en un área junto al espacio protegido de Zona Declarada Arqueológica. La acción de los cuerpos de seguridad ha sido posible gracias a la denuncia ciudadana, cuando un vecino de la Cerdanya ha visto la acción sospechosa de los dos jóvenes y ha llamado inmediatamente al 112.
Llívia y la Cerdanya, espacios con un importante patrimonio arqueológico, son a menudo víctimas de expolio por parte de personas o grupos organizados que estropean y extraen piezas y objetos de las áreas arqueológicas de la comarca.
El responsable de la comisaría de los Mossos d'Esquadra en la Cerdanya, Xavi Millán, ha explicado que el cuerpo tiene establecido unos protocolos de actuación concretos en estos casos y recuerda que si la acción delictiva se produce dentro de un área especialmente protegida , los expoliadores podrían llegar a cometer un presunto delito de apropiación indebida o, según el caso concreto, un presunto delito contra el patrimonio histórico. La normativa reguladora administrativa es la ley 9/1993 de Protección del Patrimonio Cultural Catalán y recuerda también el artículo 615 del Código Civil, sobre la obligación de entregar a las autoridades municipales los hallazgos en su municipio.
En caso de incumplimiento de esta normativa, se levanta un acta de denuncia administrativa o se instruyen diligencias penales, según el caso concreto y la gravedad de la infracción. Valorando la actuación, la gravedad de las acciones y el daño producido en el patrimonio especialmente protegido los infractores podrían llegar a ser detenidos por casos extremos muy graves.
"No es el caso de este miércoles, ya que los jóvenes estaban en un espacio no especialmente protegido en el ámbito penal y se actuó, finalmente, en el ámbito administrativo de protección. Con todo, se identifican a estas personas y normalmente se les requisa el material que puedan llegar a traer", ha explicado Millán.
Desde el Ayuntamiento de Llívia se han lamentado los hechos. Desde el consistorio se recuerda que "en casos de que se vea a una persona o unas personas en situaciones sospechosas o utilizando herramientas, como detectores de metal, hay que llamar al 112". El Ayuntamiento también pide que "en caso de hallazgo fortuito de un bien cultural, debe notificarse a la administración".
El uso del detector de metales sólo puede ser autorizado por el departamento de Cultura en el marco de una campaña arqueológica y con el permiso del propietario del terreno.
Imagen: fondo retocado del Geoportal del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya
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